SANGRE DE DRAGO: «NO TODO ESTÁ PERDIDO»

Hace ya tiempo que los memes de las redes sociales, cuando interpretan la realidad social, no dejan de mostrar no poco de pesimismo. Diera la sensación que las complicaciones políticas afectan a la forma de valorar el presente. Una borrachera de realismo, dirían los pesimistas… Lo cierto es que los informes sociales nos sitúan en la cola de las comunidades autonómicas españolas, que el turismo sufre reveses serios que despiertan las alarmas del sector, que entre nosotros, encierra serias repercusiones generales para el bien común y la economía en Canarias; etc. No terminan de despegar las estadísticas de la empleabilidad. Y el grito de “el que no curra no cobra” se reitera en las redes señalando un malestar generalizado que esperemos no tenga repercusiones en la participación de los ciudadanos en las próximas elecciones generales.

Pero no todo está perdido. Ni mucho menos. No puede ser cierto el discurso de la añoranza que ofrece una perspectiva negativa de la juventud actual. No puede serlo. Creo que siempre, en cualquier época, el discurso ha sido similar. Miramos el presente como distante de aquel que fue nuestro, afirmando que los nuestros eran mejores, como fueron mejores los de nuestros mayores. Decían ellos…. Creo que la esperanza debe ser despertada continuamente en la convivencia social. La maldad y la desidia ocuparan espacios, pero no tiene capacidad para ocuparlo todo. Porque lo real es muy amplio. Y existen esquinas y rincones que dibujan oasis de esperanza en nuestra sociedad.

El pasado fin de semana hemos tenido la suerte de contemplar el arrojo y valentía de cuatro muchachos, de cuatro jóvenes valientes. Buen ejemplo de la juventud presente que está pisando fuerte y ante la que no es difícil despertar la esperanza. Jóvenes intelectualmente preparados, que apenas rozan la treintena, que han decidido ser curas. Fíjense ustedes… ¡Curas…!

No han muerto los grandes ideales que mueven la historia; no han caído en el olvido los ideales de entrega y servicio; no se han apagado los focos de la esperanza. No todo está perdido cuando uno descubre estas señales, estos signos de los tiempos.

Tendremos que remar en medio de una cultura que invita al individualismo desvinculado. Pero hay manos en muchos remos que mueven una cultura alternativa y creadora de espacios de convivencia y de encuentro. Hay manos para otros remos. El día en el que no haya focos que iluminen que otra forma de vida es posible, que el barrunto de la trascendencia es sonoro y que hay oídos para esa música, entonces sí que no habrá lugar para la esperanza. Pero mientras haya un corazón que se entregue sin auto referencialidades, al menos que tenga el deseo de entregarse al bien ajeno, entonces no habrá muerto la esperanza.

Comentarios

  1. Hermoso ese momento, fue especial realmente. Kevin se queda en nuestras parroquias. Fabián fue acompañado el día de su primera misa, el primero en la Iglesia grande de Santa Bárbara, con nuestros cantos. Cristo, buen educador, a la isla de los silbos. Arturo, a la tierra que vio partir al Telémano de 1951, que tuvo tantas desavenencias en su travesía a la soñada Venezuela, el mismo lugar donde él nació. Esto anima a creer y a seguir, porque hacer lo que hacemos contracorriente, con una sociedad que va en una dirección de "modernidad", hacer familia, criar con valores, tratar de vivir una vida cristiana, es ir a valores más profundos.

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