La Carta de la Semana (28/9/2018): "CUIDEMOS A NUESTROS PADRES"

Este sábado, a las 11:00 am, en la Catedral de La Laguna, Esteban y José Manuel recibirán la ordenación sacerdotal. Dos nuevos sacerdotes para nuestro Presbiterio Nivariense. Dos nuevos curas al servicio de la Palabra de Dios, de los sacramentos y del acompañamiento pastoral de los fieles de nuestra diócesis. Qué dicha contar con ellos.

Desearíamos que todos los sacerdotes fueran perfectos, que no se equivocaran nunca, que no se cansaran ni se enfermaran. Desearíamos que su condición de hacer presente a Cristo en medio de la gente no fuera solo sacramental, sino una representación total y plena. Lo desearíamos, pero no es real. Son como somos todos, perfectibles. Tienen que pedir perdón muchas veces, tienen que dormir y descansar y, a veces, se desaniman y se sientan. Tienen que hacer oración todos los días para mantener ardiendo el corazón para servir con la alegría del administrador. Tienen que renovar anualmente sus promesas sacerdotales en la Misa Crismal, así como hacer una tanda de Ejercicios Espirituales. Tienen que confesarse regularmente. Sí, los sacerdotes, también estos nuevos que el sábado 29 nos regala la Iglesia, son limitados. Ellos también desearían ser más perfectos, más santos, mejores apóstoles, pero ese deseo que llevan en el corazón les salvará. Porque si no existiera ese deseo, no sería real su convicción y entrega.

En una parroquia, el sacerdote debe hacer presente la paternidad de Dios. Por eso les llamamos “padre”. Su ministerio pastoral es una experiencia de paternidad espiritual. Padre de jóvenes y ancianos, padre de casados y solteros, padre de creyentes e indiferentes. Padres de todos. Con la misión de cuidar de todos ofreciéndoles la palabra y gracia. La paternidad de la predicación y la catequesis, la paternidad de la liturgia y la gracia, la paternidad de la predilección por los pobres y la Caridad.

Cuidemos de nuestros “padres”. Recemos por ellos, acojamos su ministerio, corrijámoslos con cariño, apoyemos sus iniciativas. Un cura solo no es nada. Un cura necesita una comunidad de discípulos y misioneros para que haga presente la Iglesia. Cuidemos a los sacerdotes.

Esta encomiendo, evidentemente, en este caso concreto, ya sabemos que le tocará a los fieles de los Arciprestazgos de Santa Cruz y de El Hierro. Anaga y Frontera será la tierra buena en la que Esteban y José Manuel se sembrarán como semillas del Reino. Dios hará el resto, convirtiendo su generosidad en servicio y salvación.

Juan Pedro Rivero González
@juanpedrorivero

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