La Carta de la Semana (21/9/2018): "LA FAMILIA ES UN TESORO"

La convivencia intrafamiliar es un tesoro de humanización que merece atención y cuidado como toda realidad importante. Porque es delicada y exige mimo, atención específica, restauración frecuente y, sobre todo, dedicación perseverante.

En la mayoría de las encuestas sociológicas de valoración, la familia es designada con un porcentaje de valoración por encima de la media. Es valorada y lo es por todos. Tal vez porque todos tenemos ausencias no deseadas en nuestra familia y suele ser verdad que las cosas “se valoran cuando se pierden”. Quien tiene el apoyo de la familia nunca está desnudo, nunca está radicalmente solo. Es en el seno de la familia donde nos sentimos valorados más por lo que somos que por lo que tenemos o hacemos. La familia es un espacio incondicional de pertenencia, aunque las etapas adolescentes nos vuelquen hacia fuera con no poca rebeldía en nuestro corazón. Pero siempre se vuelve a casa…

Se echa en falta que existan más políticas serias y comprometidas con la dimensión familiar del ser humano. Porque una sociedad de familias sanas será una sana sociedad. Es de primer orden de prioridad el cuidado de la familia, la promoción de la familia, el apoyo institucional a la familia y sus necesidades básicas. No pienso que hayamos olvidado el extraordinario colchón de apoyo y sostén que la familia fue en los recientes años de crisis económica cuyas consecuencias aún no terminan de desdibujarse del rostro de la vida social.

¿Por qué digo esto? Hace más de 10 años que un grupo de personas voluntarias –alrededor de 40- convencidas de la importancia de la familia como espacio de humanización, entre servicio de acogida y atención, además de profesionales serios y dedicados del campo de la medicina, la psicología, el derecho, la orientación y mediación familiares, mantienen en pie y sirviendo a la familia al Servicio de Atención y Orientación al Matrimonio, la Familia y la Infancia, más conocido como Cof2000 o Centro de Orientación Familiar. Me llena de orgullo colaborar con él.

Todos merecemos amar y ser amados incondicionalmente. Y esto ocurre sobre todo en l familia. Procurar colaborar para que los matrimonios y las familias sanen heridas, crezcan y potencien sus cualidades humanizadoras, no es poca cosa en estos tiempos en lso que nos ha tocado vivir.

La familia es mi tesoro.

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