La Carta de la Semana (21/09/2016): "PEQUEÑAS CORRUPCIONES INSIGNIFICANTES"


Las cosas pequeñas de cada día salvan la historia. Tal vez tengamos en nuestra vida ocasión de tomas dos o tres decisiones de calado, grandes, pero la mayoría de nuestras decisiones se realizan a diario sobre cosas pequeñas. Y es ahí donde es posible vencer la corrupción. Como es también ahí donde nos podemos sumar al ritmo de una sociedad injusta que no valora la fidelidad al bien de las cosas pequeñas. Hay grandes injusticias y corrupciones que salen en los medios de comunicación, pero no son menos las pequeñas corruptelas en tantos momentos pequeños que justificamos diciendo que “(…) no pasa nada; es poca cosa”. El bien en las cosas pequeñas es tan importante como el bien grande. Porque la suma de muchos males pequeños generan un mal enorme que afecta a todos. Qué sabiduría la de las cosas menudas…

No mata menos el asesino silencioso y sutil que envenena a pequeñas dosis a quien desea eliminar. Tal vez le cuesta más tiempo, pero al la postre el delito es el mismo. Las pequeñas acciones pueden ser, también, buenas o malas. Y “… quien es fiel en lo poco” construye de una forma real la coherencia del bien de todos. No despreciemos lo pequeño. Las cosas pequeñas de cada día salvan la historia.

Mirar así la realidad nos hace solidarios en el bien y en el mal que denunciamos, por evidente, en los grandes corruptos. Un pequeño embase en una cuneta de nuestras carreteras es una pequeña cosa, como una colilla en la arena de nuestras platas, como el pago del igic en una péquela factura, como… De estas pequeñas cosas está hecha la ecología, la educación, el civismo. No solemos tener a nuestro alcance ni las grandes decisiones de la historia, ni la solución a los grandes problemas. Pero sí tenemos las pequeñas cosas de cada día que, sin duda, salvan la historia.

No existe la educación. Existen personas educadas, comprometidas en el progreso personal y social. No existe la sanidad. Existen enfermos y personal sanitario comprometido, o no, con el bien integral de cada paciente con quien se encuentra. No existe la humanidad. Existen hombres y mujeres concretos, con capacidad de decidir en las pequeñas cosas de cada día y, desde ellas, salvar o condenar la historia.

Los grandes delitos comienzan en las pequeñas corrupciones insignificantes de cada día.

Comentarios

  1. Excelente artículo, D. Juan Pedro: las pequeñas cosas por Amor”. De que tú y yo nos portemos como Dios quiere —no lo olvides— dependen muchas cosas grandes” decía San Josemaría en Camino. Con mi oración porque, Dios le guarde. Un abrazo

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