La Carta de la Semana (21/05/2015): "VIVIR Y DEJAR VIVIR"


¿Cuánto cuesta una vida humana? ¿Qué precio se está dispuesto a pagar? ¿Tienen toda vida un mismo precio? No. Muy malas preguntas éstas, lo sé. La vida no tiene precio. La vida tiene valor. Y es bueno que nos recuerden de vez en cuando que la vida no es susceptible de transacción financiera, de inversión en bonos, de contabilidades y balances finales.

La vida es vida y, nadie tiene bienes materiales suficientes para añadirle años a los años de su vida. Porque es un bien irrepetible. Es una bien exclusivo e intransferible. Vivir es un valor. Y toda vida tiene valor, sea la de una persona de Siria o de la calle de abajo. Su valor no depende ni del color de su piel ni del lugar geográfico en el que nació.

Otra iniciativa del Papa Francisco. Entre el domingo 17 y el domingo 24 de mayo, una semana de Oración por los cristianos perseguidos. Porque no son pocos los que son masacrados, torturados, sistemáticamente eliminados, asesinados por el mero hecho y la sola culpa de creer en Jesucristo y haber recibido la gracia del bautismo.

No olvidemos que durante el siglo XX y lo que llevamos del XXI ha habido más mártires cristianos que a lo largo del resto de la historia de la Iglesia. En esto nos sucede como con el tema del suicidio, en el que los medios de comunicación parecen tener un pacto de silencio y excluir de sus redacciones esta verdad que hiere la noble condición de seres racionales. Lo que no aparece en los medios, como que no existe…

Pues no es verdad. Hay hoy persecuciones terribles. Hay un porcentaje alto de países en los que el derecho de Libertad Religiosa ni se respeta ni se anima a respetar por sus colaboradores internacionales que imaginan vivir en países democráticos y estados de derecho. La Declaración Universal de los Derechos Humanos sigue siendo una mera declaración para un porcentaje tan significativo de Estados que, si conociéramos la verdad nos repugnaría el insolidario olvido que arrastramos.

¿Y qué podemos hacer? Yo, al menos, rezar por ellos.

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