La Carta de la Semana (19/03/2015): "“CHAPEAU” POR ELLOS"


Hoy, 19 de marzo, es la fiesta de los padres, porque de eso, de educar a un hijo especial, supo mucho San José. Pero es también la fiesta de los seminaristas, de cuyo patronazgo participan todos los seminarios de España. Patrón del Seminario, corazón de la diócesis, la niña de los ojos del Obispo, casa de formación de los sacerdotes; hogar y taller de crecimiento integral. Pero más que de la casa, es Patrón de los de casa, de los seminaristas.

Los seminaristas, esos pequeños grandes hombres que han sabido oír y han querido responder. Chapeau por ellos. Sus vidas son un signo de la grandeza de nuestra humanidad. Entender que vale la pena entregar lo mejor a Dios para el bien de los demás es una heroicidad sencilla e impresionante. Dejarse cincelar para ir tomando la forma pastoral de Jesús para ser en medio de los fieles testigo de la gracia y de la misericordia de Dios. Ir poco a poco tomando la “forma” de Jesús para servir como pastores.

Jesucristo fue bebé, fue niño, fue adolescente, fue joven y murió en las primeras etapas de su madurez humana. Siendo Dios se dejó educar. ¡Qué humildad! Siendo el autor de la sabiduría, aprendió sufriendo a obedecer. Jesús es el único sacerdote, Sumo y Eterno Sacerdote, del cual todos participamos por el sacramento del bautismo. Pero algunos, por ese misterioso don de gracia, hemos recibido la gracia de servir el ministerio apostólico encomendado por Jesús a aquellos 12. ¡Inmerecido don, por supuesto!

No hay planto o fruto que antes no haya sido semilla. Semillero/Seminario… De eso es de lo que se trata. De dejar que nazca en esta tierra buena la semilla plantada por la mano del autor de todo don.

Sigue siendo actual aquella historia que narra la súplica a Dios de quien quería naranjas. ¡Señor, dame naranjas! Y la mano de Dios descendió poniendo en sus manos una semilla. ¿Pero te he pedido naranjas, y me das esto? 

No olvidemos: Dios da naranjas en forma de semillas. Dios nos da sacerdotes; sí, pero en forma de seminaristas.

Comentarios

  1. Entrañable carta D. Juan Pedro. Desde el día de San José que estuve de curso de retiro, pedía al Señor muy de corazón vocaciones para ese Seminario.¡Rece por mi! Un abrazo.

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