DESDE LA PALABRA (14/09/2014) - DOMINGO XXIV: "NO OLVIDÉIS SUS ACCIONES"


Así se expresa el Sal 77. No debemos olvidar lo que Dios, Nuestro Señor, ha hecho a favor nuestro. No queremos olvidarnos. La memoria, el recuerdo, revivir sus acciones a favor de la humanidad y a favor nuestro. No queremos ser como los hebreos en el desierto que “…hablaron contra el Señor y contra Moisés” no recordando cuánto Dios había hecho a favor de su libertad. Somos el mueblo de la memoria. Los acontecimientos de nuestra salvación han sido históricos, los podemos recordar.

Y el recuerdo fundamental que en este día hace la comunidad cristiana tiene que ver con la Cruz de Jesucristo. Aquella muerte, aquel ajusticiamiento al inocente que cargó con nuestros pecados es el gran acontecimiento. San pablo nos lo recuerda. Y el evangelio de Juan nos recuerda el motivo: “Tanto amó Dios al mundo que le entregó a su propio hijo, para que tengan vida.” No lo olvidemos nunca: Dios nos amó y nos ha dado vida.

En La Laguna el Santísimo Cristo, en el realejos el Cristo del Rescate, en Icod el Cristo del calvario, en Tacoronte… ¡Todo el mes de septiembre haciendo memoria de lo que Dios nos ha concedido a través de su Hijo Jesús, entregado a la muerte, crucificado para nuestra salvación! No olvidemos las acciones del Señor.

Salud, salvación… Son también palabras que aparecen en el horizonte de este día. Nos salvó, nos curó, nos redimió, nos rescató.
  1. Del mal de nuestros pecados, en Cruz, Jesús nos salvó.
  2. De nuestra incapacidad para amar, en Cruz, Jesús nos salvó.
  3. De nuestra imposibilidad de perdonarnos mutuamente, en Cruz, Jesús nos salvó.
  4. De nuestros malos pensamientos y malas acciones, en Cruz, Jesús nos salvó.
  5. De nuestras mediocridades, en Cruz, Jesús nos salvó.
  6. De nuestras tibiezas para vivir la fe, en Cruz, Jesús nos salvó.
  7. De nuestros egoísmos e ingratitudes, en Cruz, Jesús nos salvó.
  8. De nuestros pecados, en Cruz, Jesús nos salvó.
Y lo hace ofreciendo la cruz como remedio. La Cruz es remedio de nuestros pecados. A la cruz tenemos acceso a través de los sacramentos.
  1. Cuando celebremos la misa, Jesús, en su Cruz, nos salva y nos redime.
  2. Cuando acudimos al sacramento del perdón, a la confesión, Jesús, en su Cruz, nos salva y nos redime.
  3. Cuando contemplamos un bautismo, Jesús, en su Cruz, nos salva y nos redime.
  4. Cuando celebramos la confirmación, Jesús, en su Cruz, nos salva y nos redime.
  5. Cuando le llevamos a un enfermo el sacramento de la Unción, Jesús, en su Cruz, nos salva y nos redime.
  6. Cuando celebramos el sacramento del matrimonio, Jesús, en su Cruz, nos salva y nos redime.
  7. Cuando se ordena un sacerdote, Jesús, en su Cruz, nos salva y nos redime.
  8. Cuando dedicamos tiempo a la oración y a la mortificación, Jesús, en su Cruz, nos salva y nos redime.
La cruz de Cristo sigue actuando. No olvidemos las acciones del Señor. Aprovechemos las acciones del Señor.

Santa María, Madre del Perdón. Ruega por nosotros.

Comentarios

  1. La verdad es que la Cruz implica mucho más de lo que uno piensa. Muchas gracias por entrar en su Misterio. Soy Miguel (de Sto. Domingo).

    He comentado en varias ocasiones también para que muchos otros se animen a hacerlo. Perdonad que me haya comido algunas palabras en alguna ocasión (es mejor utilizar el ordenador que el móvil, porque en mi caso no veo las letras muy bien). Saludos cordiales. ;)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario