La Carta de la Semana (8 de agosto 2013): "El Indulto..."


Cuarenta y siete presos españoles en cárceles de Marruecos fueron indultados por el rey Mohamed VI a petición de nuestro rey, supongo que con el visto bueno del gobierno de la Nación. Entre ellos un conocido pederasta condenado por abusar de muchos menores de entré 2 y 14 años. Ante la avalancha de crítica por la sociedad civil, el rey de Marruecos anuló el indulto comentando que no conocía la gravedad de sus delitos.

No quisiera negar la institución jurídica del "indulto", que motivos y casos habrá en los que su ejercicio resulte conveniente, pero sí creo que el ejercicio del poder y de sus prerrogativas al respecto no deben olvidar la prudencia y la justicia. No sólo el sentido común nos indica que en este caso los motivos nunca estarán a la altura del irremediable daño causado, sino que deja en el ambiente un halo de inquietud y duda respecto de la misma Justicia. Hay delitos que difícilmente se combinan bien con el indulto; y entre ellos, la atrocidad de destruir, de por vida, la estructura psicológica de unos menores inocentes.

Para quienes creemos que el Evangelio encierra una extraordinaria noticia para la humanidad, nos viene a la memoria un texto que recoge unas palabras de Jesús: "Lo que hagáis a uno de estos, mis pequeños, a mí me lo hacéis" (Mt 25, 40). No sólo a esos niños los dañó; dañó al mismísimo Dios con su malvada maldad, valga la redundancia en un caso como éste.

Una nación que no protege sus extremos sociales (los niños y los ancianos) padece una enfermedad crónica y mortal que le acerca a la autodestrucción. Los ancianos son la memoria y los niños el futuro. ¿Qué se puede esperar de un pueblo sin memoria y sin futuro?

Sería una sociedad necesitada de terapia.

Perdonar sí, y siempre, porque sana el corazón de los heridos. Pero hay indultos que claman al Cielo...


Juan Pedro Rivero González.
Rector del Seminario.
@juanpedrorivero

Comentarios

  1. Coincido en todo con usted, yo añadiría lo que dice S.S. Francisco, "Los pecados se perdonan pero los delitos se castigan" y si son perversos, con pena en grado máximo, añade un servidor. El "indulto", daría para mucho... (lo copio) Muchas gracias y un abrazo

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