La Carta de la Semana (22 de agosto): "LA ESPERANZA POST-VACACIONAL"


Sé que no digo nada nuevo si comenzara a escribir de la crisis post-vacacional o del síndrome post-vacacional. Estamos a punto de ver cómo se inunda la prensa o los reportajes de televisión y radio de comentarios, con llamadas a psicólogos expertos, sobre la situación en la que queda la familia después del anhelado período estival. Estadísticas indican que es el momento de mayor índice de separaciones, que es el momento del pico más alto de las depresiones, o sea, que al volver de vacaciones nuestras crisis se agudizan. Seguro que motivos habrán…

Pero siento el deseo de ser anticultural, de ir contracorriente. De afirmar que al final de las vacaciones debemos echarle “esperanza” a la vida ordinaria que está por delante. Y pongo entre comillas la palabra esperanza porque debe ser la virtud fundamental con las que nos ponemos en camino siempre que comenzamos una etapa nueva de la vida. Es más, todos tiene solución, hasta los posibles síndromes o depres o crisis post-vacacionales. Todos tiene un motivo de esperanza porque la creatividad y la fortaleza humanas son capaces de poner solución a lo que, aparentemente, se desmorona.

Una crisis familiar de cualquier tipo, matrimonial, paternofilial, intergeneracional, lo que sea; una crisis en la que se plantea la posibilidad de una separación o de un divorcio; un embarazo inesperado en el peor de los momentos… Todo tiene solución si hay esperanza en el horizonte y si uno busca ayuda donde nos la puedan ofrecer. Resignarnos a sufrir el dolor, el derrumbe, la ruptura autoconvencidos de que ¨no hay nada que hacer” es ya el inicio de la derrota.

Soy testigo de primera mano de que lo que digo no es una tontería, una ilusa quimera de inocente desconocedor del dolor ajeno. Hay solución. Tal vez desconozcamos que existen instituciones y servicios que ayudan a nuestra “esperanza” en las crisis y en los síndromes. Entre otras, quiero señalar aquí uno que, porque es altruista, sin ánimo de lucro y que sólo pretende ganar el bien y la felicidad del que acude en busca de ayuda, no me importa referir. Se trata del Servicio de Atención y Orientación al matrimonio, la familia y la Infancia (Cof2000) que cumple este próximo curso ocho años de inaugurado y en pleno funcionamiento.

Cuando miro al Centro de Orientación Familiar creo que es posible “la esperanza post-vacanional”.


Juan Pedro Rivero González.
Rector del Seminario.
@juanpedrorivero

Comentarios

  1. ¡Más alto se puede decir, pero más claro no! Cómo bien sabe, hay que hacer un buen diagnóstico diferencial ente "depresión" y la "depre" Post-vacacional. Qué razón tiene: "todo tiene solución" -hasta la muerte, esto habría que matizarlo- si tenemos la humildad de pedir ayuda y dejarnos ayudar. ¡Enhora buena! por esos ocho años de la magnífica y acertada labor del COF2000. Muchas gracias y un abrazo.
    Francisco-M.

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