Profesores
y alumnos nos enfrentaremos pronto a la “prueba de acceso a la universidad”. No
sólo los alumnos que han estado durante este curso matriculados y cursando 2º
de Bachillerato; también los profesores seremos examinados. Ya sólo se escucha,
en las aulas y por los pasillos, como patos que han modificado su graznido, ese
sonido reiterativo, impertinente, repetitivo, insistente de “pau, pau, pau…”.
Una prueba
en la que se juega parte del futuro académico de un estudiante. Una prueba de
nivel con todo lo que supone, todo lo que significa, todo lo que encierra de
incertidumbre, de ilusiones o de frustraciones. Quizás una última carta en
nuestra partida académica, de la que seguirá una u otra forma de continuidad en
el envite de la vida.
La vida
está conformada de distintos momentos. Unos son picos, otros son llanos. Unos
son decisivos, otros parecen ser neutros. Hay momentos de toma de decisión; los
hay de crecimiento y de corrección; también hay momentos de serena continuidad.
Pero, independiente de la trascendencia que encierran, todos los momentos de la
vida son nuestros y nos conforman. Cada momento es distinto, diferente,
peculiar. Cada uno de ellos es, sobre todo, nuestro. Un momento que nos
corresponde, del que somos protagonista.
Cuando
deviene la vida en un momento pico, álgido, decisivo, se nos da la oportunidad
de tomar conciencia de que somos “sujetos”. El protagonismo de nuestra
conciencia y de nuestra libertad. Ya no nos llevan; nosotros vamos. Y “a cada
día su preocupación”. Cada día, cada instante, cada preocupación es tuya, es
mía. Somos protagonistas.
Yo espero
que mis cuatro aprendices de filósofo, que han estado machacando estos
artículos, semana tras semana, con el esquema literario de los comentarios de
textos, asuman estos días el protagonismo debido y apasionen la exigencia para
que todos, también los profesores, aprobemos la Pau.
“Pau, pau,
pau…”. De nuevo el eco. ¿Ecos de esperanza? Al fin y al cabo, ecos...
Juan Pedro
Rivero González. Rector del Seminario.
@juanpedrorivero
Nos examinamos en nuestors alumnos, nos vamos conformando en un aprendizaje continuo donde todo los buenos y malos tragos nos hacen crecer. Ilusión, novedad, comunión de búsqueda y encuentro. Somos privilegiados. Gracias!!!!!!
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