La Carta de la Semana: "FUMATA BLANCA”


Comienzo a escribir este artículo después de la segunda “fumata negra” y estoy -casi- seguro que comenzarás a leerlo cuando ya se haya producido la definitiva “fumata blanca”. Y ¿sabes lo que te digo? Que no me importa mucho el color de la fumata. Lo que sí me importa es que aquél que sea elegido asuma la misión -el ministerio- que le se encomienda con toda la radicalidad con la que está llamado a hacerlo. Con toda la firmeza que llevó a Benedicto XVI a renunciar porque ya no tenía la fuerza y el vigor para llevarla a cabo. Con todo el clarividente arrojo con la que el mundo actual necesita escuchar, de nuevo, la buena noticia de Jesús de Nazaret.

Cuando estudiaba el tratado de la Iglesia en el ciclo de estudios de la Licenciatura nos entreteníamos un buen rato en aquella afirmación, o nota distintiva sobre la Iglesia, que la denomina “Santa”. A la vez, y usando aquellas contundentes palabras de los primeros Padres de la Iglesia que reconocían la fealdad del pecado de sus miembros, se nos decía que Semper reformanda, que la Iglesia siempre está en situación de reforma, de mejora, de cambio…

No puede ser de otra manera: permanente reforma es la gramática de la verdadera santidad de la Iglesia y, en ella, de sus miembros. No puede darse el bien sin el juicio moral y la conversión de vida en actitud permanente. Siempre podemos mejorar: cambiar lo que está mal, incorporar lo que falta y, sobre todo, arrancar de raíz lo que daña. Esa es la reforma necesaria en la Iglesia que debe ser, como su fundador, verdaderamente “santa”.

La “fumata blanca” será verdaderamente blanca si reinicia -como en este tiempo de cuaresma venimos subrayando en todos y en todo- la ecclesia semper reformanda de una manera tan firme como gozosa. Porque, aunque crea que no lo necesita, el mundo actual merece el testimonio y vigor de los discípulos de Jesús que, sin titubeos, muestren con actitud dialogante la verdad que hace libre al género humano. No nos podemos contentar con menos que con la verdad… 

@juanpedrorivero

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