ESTAMOS VIVIENDO


Estamos viviendo tiempos difíciles porque estamos asistiendo a un cambio estructural de nuestra Sociedad, que es más que una mera crisis económica o una preocupante recesión o una alarmante depresión, es vivir y estar instalados en la incertidumbre, porque no sabemos hacia donde nos dirigimos y no hay soluciones o propuestas convincentes, ni coincidentes.

Estamos viviendo una importante crisis económica, han fallado los mecanismos reguladores del mercado. La economía está sufriendo una desregularización, con una distribución desigual entre los agentes y falta de un orden que posibilite el funcionamiento eficaz y armónico del sistema. El desempleo, produce un verdadero “desgarrón” en quien lo sufre, por encima de cuestiones monetarias o de problemática de calidad de vida, porque el trabajo es constitutivo de la esencia de ser persona.

Estamos viviendo una crisis de valores, no hay principios inspiradores en las relaciones interpersonales, todo vale o todo es puro utilitarismo. La materialidad impregna el querer y se tiene un miedo atroz al silencio y a la interioridad porque provoca el conocimiento propio. Es la sociedad del ruido, que nos impide la comunicación y provoca la soledad.

Estamos viviendo el desprecio a la sabiduría, reflejado en el aislamiento y desatención de las personas mayores, no se les escucha, no se les atiende y no se les tiene en cuenta. Molestan porque ya no son productivos y los encerramos en residencias para no visualizarlos. Es sencillamente el abandono.

Estamos viviendo en la cultura del mínimo esfuerzo, todo lo que signifique sacrificio, trabajo o empeño se rechaza por anticuado. Lo moderno es la satisfacción de los deseos, pero con la condición que su consecución no sean fatigosos. La negación no existe, el no está desterrado de nuestro vocabulario y el único ejercicio que se hace es para dar culto al cuerpo.

Estamos viviendo en la esclavitud de las nuevas tecnologías, que nos tienen sometidos a sus implacables necesidades de consumo. Tiempo dedicado, mucho tiempo, que nos empobrece intelectualmente, porque no permite el pensamiento, la reflexión, la crítica y la lectura sosegada para el aprendizaje.

Estamos viviendo en la infidelidad y la deslealtad. No hay compromiso duradero, todo es momentáneo. Se vive el instante, el momento y se intenta gozarlo plenamente, buscando una continua ansía de felicidad en el goce placentero de la satisfacción de los sentidos.

Estamos viviendo en pleno siglo XXI, aunque parezca paradójico y con todos los medios tecnológicos a nuestro alcance, en un desprecio a la vida. Desde el momento de la concepción hasta la vejez, la propia existencia no es un valor en alza, vivimos diariamente noticias de guerras, hambrunas, catástrofes provocadas por el hombre, asesinatos, homicidios, crímenes y atentados.

No cabe duda que el estar asistiendo hoy a todos los cambios que se están produciendo, por cierto rápidos y muchas veces sin poder asimilarlos, nos lleva a no tener la perspectiva histórica que hace reflexionar, para comprender. Además lo que experimentamos, siempre lo agrandamos y este tiempo no es ni peor, ni mejor que otros, es el que nos toca soportar, para cambiar, como ha sido en el devenir de la humanidad. Al presente se le culpabiliza de todos los males, sobrevalorando el pasado, lo que hace que no se viva en la realidad, sino en la fantasía de un mundo imaginario, donde no cabe el sacrificio y la prueba.

Falta sosiego, tanto espiritual como material, se puede hacer una lista interminable de cuestiones negativas, de informaciones dañinas y de pesimismo operativo, pero la realidad es que ESTAMOS VIVIENDO. Es lo que nos tiene que impulsar para implicarnos y ser valerosos, con esa fuerza sustancial que es la vida, para ser capaces de reorientar positivamente y con optimismo los mecanismos de funcionamiento, que actualmente bloquean un desarrollo armonioso del hombre/mujer y su entorno y vivir en una Sociedad donde la persona, en su dignidad, sea el referente para una convivencia que procure un bienestar integral de todos y para todos.

Oscar Izquierdo. Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología

Comentarios

  1. Faltaria añadir que estamos viviendo en una epoca en que la clase politica, sindical, bancos, empresarios se hallan constituidos en dueños y señores de la vida y quehacer del ser humano. Algo parecido a lo que pasaba con la esclavitud y sus amos.

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