Un libro sugerente, interesante, creativo...
Les hago esta sugerente propuesta para la lectura personal, seamos creyentes o no, expertos en teología o no; porque "La decisión de Pilato" es un libro creativo, sugerente, apasionante, muy enriquecedor. Y uso estas palabras utilizadas por D. Bernardo Álvarez Afonso en la presentación de la edición en la tarde del día 24 de mayo, en el marco entrañable del Exconvento de Santo Domingo, en La Laguna.
La red de Librerías Diocesanas de nuestra Diócesis ya disponen de ejemplares que podemos adquirir y adentrarnos en su interesante lectura de la obra de D. Juan Ignacio Moreno-Luque Casariego.
En este ensayo, un juez pone su mirada en un juicio. El juicio tras el cual Jesús de Nazaret fue condenado a muerte. Es la mirada de un Magistrado-Juez del siglo XXI a un Juez del siglo I. Nos abre interrogantes y nos ofrece su respuesta. Les aseguro que si comienzan su lectura, no podrán resistir la tentación de terminarlo, de llevarlo hasta el final.
¿Se trata de un libro de historia? Sí, pero no sólo; ¿se trata de un tratado de jurisprudencia sobre los tribunales del Imperio Romano? Sí, pero no sólo; ¿se trata de un trabajo teológico crítico sobre los textos canónicos de la Pasión de Cristo? Sí, pero no sólo. Es una obra que aborda, como en intención de entretejida alfombra, el acceso a una época y a un caso en el que un Tribuno romano, queriendo lavarse las manos sobre este asunto, no sale “tan bien parado” como pretendía. Y sin embargo, la tradición cristiana no le ha atribuido a Pilatos una valoración tan peyorativa como hubiera sido de esperar.
La creatividad del autor, junto a su labor de información e investigación, nos ofrece la respuesta: Pilatos se lava las manos; deja que condenen a muerte a quien la historia considera, como él mismo consideró, el Mayor de los Inocentes. El juez ha cometido una injusticia.
La Colección Diálogo Fe Cultura, con este nuevo volumen, el sexto, manifiesta su compromiso con la identidad de la colección. Poner en diálogo la fe con el mundo del pensamiento y la cultura; ofrecer pistas de encuentro entre la experiencia de fe cristiana y las manifestaciones culturales. Y de esto se trata. Veinte siglos después, aquel juicio sigue siendo de interés para los creyentes y, en la pluma de Juan Ignacio, para toda persona occidental que encuentra en el imaginario común referencias a Pilatos. Conocido es el refranero popular que indica que ir “de mal en peor” es como ir “de Herodes a Pilatos”, o que no implicarse en asuntos que le pueden a uno afectar es “lavarse las manos como Pilatos”.
La verdad y el bien. Lo que anhela todo corazón. Porque nuestra mirada busca la justicia y, cuando encuentra las señales de lo injusto, la mente se rebela y el corazón se duele. No nos compete la mera justeza al ambiente; eso sólo le basta a los seres animados no humanos. A nosotros no nos basta sino la justicia: la reconocemos como la forma concreta de realización de la verdad y el bien, como la belleza encarnada de lo anhelado.
La tarea del autor de esta obra es una tarea creativa. Una hermenéutica narrativa. Una construcción reconstruida en la que la justicia busca, como un río, la forma de desembocar en los mares del bien y la verdad. Mirando lo que a otros les ha ocurrido, retrotraemos la experiencia, leyendo la nuestra entre líneas y reconociéndonos en ella como coautores.
¿Se trata de un libro de historia? Sí, pero no sólo; ¿se trata de un tratado de jurisprudencia sobre los tribunales del Imperio Romano? Sí, pero no sólo; ¿se trata de un trabajo teológico crítico sobre los textos canónicos de la Pasión de Cristo? Sí, pero no sólo. Es una obra que aborda, como en intención de entretejida alfombra, el acceso a una época y a un caso en el que un Tribuno romano, queriendo lavarse las manos sobre este asunto, no sale “tan bien parado” como pretendía. Y sin embargo, la tradición cristiana no le ha atribuido a Pilatos una valoración tan peyorativa como hubiera sido de esperar.
La creatividad del autor, junto a su labor de información e investigación, nos ofrece la respuesta: Pilatos se lava las manos; deja que condenen a muerte a quien la historia considera, como él mismo consideró, el Mayor de los Inocentes. El juez ha cometido una injusticia.
La Colección Diálogo Fe Cultura, con este nuevo volumen, el sexto, manifiesta su compromiso con la identidad de la colección. Poner en diálogo la fe con el mundo del pensamiento y la cultura; ofrecer pistas de encuentro entre la experiencia de fe cristiana y las manifestaciones culturales. Y de esto se trata. Veinte siglos después, aquel juicio sigue siendo de interés para los creyentes y, en la pluma de Juan Ignacio, para toda persona occidental que encuentra en el imaginario común referencias a Pilatos. Conocido es el refranero popular que indica que ir “de mal en peor” es como ir “de Herodes a Pilatos”, o que no implicarse en asuntos que le pueden a uno afectar es “lavarse las manos como Pilatos”.
La verdad y el bien. Lo que anhela todo corazón. Porque nuestra mirada busca la justicia y, cuando encuentra las señales de lo injusto, la mente se rebela y el corazón se duele. No nos compete la mera justeza al ambiente; eso sólo le basta a los seres animados no humanos. A nosotros no nos basta sino la justicia: la reconocemos como la forma concreta de realización de la verdad y el bien, como la belleza encarnada de lo anhelado.
La tarea del autor de esta obra es una tarea creativa. Una hermenéutica narrativa. Una construcción reconstruida en la que la justicia busca, como un río, la forma de desembocar en los mares del bien y la verdad. Mirando lo que a otros les ha ocurrido, retrotraemos la experiencia, leyendo la nuestra entre líneas y reconociéndonos en ella como coautores.
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