HOY AMANECE MÁS TEMPRANO

Queridos amigos:
“Todo llega, y todo pasa”. Esta es la afirmación común del que tiene la experiencia de la vida y contempla, como desde arriba, el anhelo y la prisa de los jóvenes que pretenden, que desean, que buscan, que conquistan... que no se contentan. Es una manera de decirles que, por mucha prisa, que por mucho que madrugues, nunca amanece más temprano. Que todo llega. Que hay que tener paciencia y, tal vez, hasta resignada actitud de espera.
Estaba pensando en eso de si amanece o no más temprano por el esfuerzo madrugador, y creo que sí que amanece más temprano. No porque el sol ilumine antes la mañana, sino porque los ojos del que contempla la mañana tiene una mejor actitud en la mirada. Ha despertado antes.
El tiempo de Adviento es una ocasión anual para despertar la mirada y descubrir que, a partir de ahora, sí amanece más temprano. Para espabilar y estar atentos, para despertar la ilusión y el anhelo por las cosas, para no contentarnos, para desear, para conquistar, para esperar...
Los proyectos nuevos, los planes nuevos, merecen una esperanza nueva. Y vale la pena el rejuvenecer el corazón y superar la estrechez de la experiencia quejosa que ya no espera que cambien las cosas, porque ha visto muchos amaneceres oscuros.
Que no, que a partir de ahora, amanece más temprano; porque al que madruga, Dios le ayuda.

Con afecto, y como siempre, un amigo.

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