
Si no mueren en las agitadas aguas del Mediterráneo, tal vez les encuentre la muerte en las aulas de una universidad de Kenia por el mero hecho de ser cristianos. Pero eso no es noticiable; ni son blancos ni llegan a los 500. El umbral del dolor de Europa es alto… Si no alcanza los 500 no se percibe. ¡Vaya por Dios!
Esta noticia me entro en el muro de Facebook al tiempo de otra que me invitaba a colaborar con una campaña contra el maltrato animal y la experimentación con animales en los laboratorios. ¿Qué quieren que les diga? Creo que no hay necesidad de explayarse en más consideraciones para caer en la cuenta del la demagógica confusión en la que habitamos, en la que nos duele más la sangre de un toro que la de un africano. Y que conste que no me agrada el sufrimiento innecesario de un ser vivo, sea o no persona. Pero algo nos debe despertar de una vez del letargo en el que habitamos.
Las malas noticias siempre serán malas noticias. Pero habrá que tomar conciencia de una vez de la tragedia que se produce en nuestras aguas. Claro que es un desastre que de hunda un barco ruso en las costas de Canarias y genere ese desastre ecológico que se prevé. Una verdadera desgracia. Pero un pesquero cargado de africanos, que seguramente no contamina las aguas, debe contaminar nuestra conciencia. Y a penas se ha logrado que Médicos sin Fronteras pueda lograr un millón y medio de euros para garantizar un barco y su tarea de salvamento sólo hasta el mes de octubre. ¡Vaya por Dios! Casualidades… Otro millón y medio de euros.
En contestación a su docta carta de esta semana, permítame y con el mayor respeto, don Juan Pedro, que peca de “ingenuo” , ¿cómo pretende de que sea noticia la muerte de 500 o 700 africanos ahogados? –sobretodo si son cristianos-. Con toda seguridad si fueran 5 o 50, 7 o 70 cetáceos, ocuparía los titulares de las primeras páginas… Mamen y un servidor –así como “la reina y yo”- ¡hemos sentido rabia! Por lo que, hemos rezado tres responsos, consciente de la infinita misericordia de Dios. Aunque mi oración de ayer viernes por la tarde, como siempre, fue por las vocaciones al sacerdocio y por los sacerdotes de esta diócesis. Por favor, rece por nosotros. Un abrazo
ResponderEliminarFrancisco-M. González