La Carta de la Semana (30/10/2014): "LOS SUPER-HÉROES NO EXISTEN"

¡Qué desilusión! ¿Cómo que no existen? ¿Nadie va a llegar volando, envuelto en su capa y con superpoderes, cuando algún desaprensivo tenga intención de destruir la tierra? ¿No existe nadie con una mirada de "rayos X"? ¡No me lo puedo creer...!

O sea, que todos los humanos somos así, humanos..., débiles, falibles, erráticos, que aprendemos con dificultad y olvidamos con facilidad. Vulnerables... ¡Vaya; qué desilusión! Nadie es súper, nadie es tan extraordinario que no padezca, falle, se equivoque, peque... 

¡Ay, esos cuentos infantiles! ¡Ay, esos tebeos, esas series de televisión de dibujos animados! Ni hay coches fantásticos ni el "Equipo A" era real... ¡Qué desilusión!

Este próximo sábado, con el primer día del mes de noviembre, los cristianos celebramos la fiesta de "Todos los Santos". Y puede que, por analogía, hagamos extensivo los "chismes" que nos han contado sobre los super-héroes a la identidad de aquellos a quienes consideramos santos. Los santos no son súper-héroes; no lo son. Porque yo no lo soy, y supongo que tú tampoco te consideras como tal y, sin embargo, estamos llamados a la santidad. 

O sea, que podemos ser santos aunque no seamos super-héroes...

Este sábado hacemos fiesta y recordamos agradecidos lo que Dios es capaz de hacer cuando una persona no se lo impide; cuando le deja un hueco amplio para su amistad y se deja mover por su sugerente motivación, o sea, por el Espíritu Santo. Eso es un santo: un amigo de Dios que vive la vida de tal forma que se convierte en motivadora para los demás. Alguien que respondió a la gracia, que no dejó que cayera en saco roto, y que, ahora, desde ese lugar extraordinario habitado por Dios, se convierten en mediación para nosotros.

Los santos son santos por la gracia de Dios. Su mérito estuvo en no estorbar a Dios. Respondieron a ese don con su vida; don que Dios nos concede a todos. Por eso parecen extraordinarios; porque hicieron de la vida humana un lugar divino. 

Estos héroes sí que existen.

Comentarios

  1. Muy buena carta, don Juan Pedro, para llevar a la oración lo que, DIOS NOS PIDE. Hay un libro muy bueno –a mi me gustó mucho, de don Jesús Urteaga: “Los defectos de los santos”. ¡Muchas gracias! Con el deseo de un muy feliz y santo fin de semana un abrazo.

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