La Carta de la Semana (30/01/2014): "DIÁLOGO DE SORDOS"


Tengo la suerte de contar entre mis amigos con uno que padece una discapacidad auditiva desde los cinco años de edad. No oye absolutamente nada. Ha sido un luchador de tal nivel que esta dificultad no le ha impedido concluir la licenciatura en Bellas Artes y ser docente durante más de treinta años en un centro educativo para niños con este problema. Además, este amigo, tinerfeño de cuna, fue ordenado sacerdote en la Diócesis de Valladolid. Un cura sordo. El primer sacerdote sordo que se ordenó en España. “El que la sigue, la consigue”, nos recuerda el refranero. Todo un hermano.

Hace unos días, nos decía el Papa que “hace más ruido un árbol que cae, que un bosque que crece”. Ya había oído esta frase, pero el Papa la comenta para invitar a dar gracias a Dios por tantos sacerdotes buenos, fieles, trabajadores, entregados que sin hacer ruido y ejerciendo el ministerio de la palabra, de los sacramentos y la guía de las comunidades, viven escondidos con Cristo en Dios. Si uno cae, le dedican la portada del periódico; si muchos son buenos sacerdotes,… como si no existieran. No creo que a ninguno les importe el anonimato mediático, porque poco bien será aquel que se hace con ruido.

Pero yo ya imagino que hablar de esto es poco menos que un “diálogo de sordos”.

Esta semana hemos tenido la Catedral de La Laguna en las portadas de los periódicos, tanto por el acto institucional de finalización de la obra, como por su apertura al culto. En todas las portadas el motivo ha sido el conflicto, la política, las presencias y las ausencias habidas. Y me apuesto lo que quieran, que lo que el sábado 1 de febrero, a las 10’30 h de la mañana, va a pasar en la Catedral de La Laguna pasará desapercibido y sin eco mediático.

Porque no es noticia -desgraciadamente- que dos jóvenes de 25 años, llenos de fuerza y vitalidad humana, sean ordenados sacerdotes y hagan público compromiso de servir a la misión de la Iglesia y al bien de las personas de nuestras islas. Dos curas que crecerán en un bosque silencioso, por los que debemos pedir y a quienes debemos ayudar a que no caigan con el ruido amplificado por quienes sólo tienen ojos para el mal.

@juanpedrorivero

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