«LA MUERTE Y LA RESTINGA»



Ángel Expósito (COPE) le insistía a Darwin Ribas -Párroco de El Pinar- que le dijera cómo encontrar palabras de consuelo para una madre en estas circunstancias. No hay palabras, respondía. Estar a su lado y hacernos cargo de su dolor acompañando. Y añadía el término “antinatural” para concluir la descripción. No es natural esta forma de morir, a las orillas del objetivo, a tres metros del suelo firma, por un accidentado vuelco como consecuencia de la misma alegría de la llegada. Muerte por exceso de esperanza. Innatural, por tanto y por supuesto. En esta situación la pena nos puede; el dolor nos ahoga. Pero además de usar el corazón, hemos de ponerle cabeza y manos a la situación y buscar remedio donde los remedios están. Este rosario de víctimas intermitentes en la ruta atlántica no nos puede dejar pasivos lamentándonos y doloridos: hay que reclamar inversiones racionales en ayuda al desarrollo en los países de origen, hay que estableces corredores solidarios al destino pretendido y, acoger con la empatía de quien no tiene palabras de consuelo y solo acompaña lo anti natural.

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