El día de Reyes fue el entierro de Santiago Cruz, un sacerdote de origen gomero -de Playa de Santiago- que durante sus últimos años de ministerio sirvió como Párroco en Barrio Nuevo, en la Parroquia de Fátima. En esa parroquia fue su entierro. Y esa es la imagen que comparto esta primera semana del 2025. El entierro de un compañero. El rojo corazón que estaba junto a su féretro quería decir el estilo y compromiso de vida: “En todo, amar y servir”. Una buena persona, un servidor entregado a los enfermos y mayores, un hombre de fraternidad. Es una pena que en la imagen no pueda aparecer el grito silbado que después de la comunión otro gomero hizo dando gracias a Dios y agradeciéndole a Santiago su labor sacerdotal. El silbo gomero presente en su entierro hizo que la isla colombina estuviera presente de manera sonora en este último momento. Un silbo que salta hasta la vida eterna, pues Dios entiende todos los lenguajes, todos los idiomas, también entiende el silbo gomero.
El día de Reyes fue el entierro de Santiago Cruz, un sacerdote de origen gomero -de Playa de Santiago- que durante sus últimos años de ministerio sirvió como Párroco en Barrio Nuevo, en la Parroquia de Fátima. En esa parroquia fue su entierro. Y esa es la imagen que comparto esta primera semana del 2025. El entierro de un compañero. El rojo corazón que estaba junto a su féretro quería decir el estilo y compromiso de vida: “En todo, amar y servir”. Una buena persona, un servidor entregado a los enfermos y mayores, un hombre de fraternidad. Es una pena que en la imagen no pueda aparecer el grito silbado que después de la comunión otro gomero hizo dando gracias a Dios y agradeciéndole a Santiago su labor sacerdotal. El silbo gomero presente en su entierro hizo que la isla colombina estuviera presente de manera sonora en este último momento. Un silbo que salta hasta la vida eterna, pues Dios entiende todos los lenguajes, todos los idiomas, también entiende el silbo gomero.
Comentarios
Gracias por esas lindas palabras, con un nudo en mi garganta, quise que en su despedida escuchara de nuevo el silbo gomero que tantas veces me hizo silbar y que por primera vez le silbe en su 50 aniversario como sacerdote, fue una sorpresa para él y siempre me lo recordaba.
ResponderEliminarEl silbo decía: “Aaaaaa Santiago, hasta siempre, hasta que nos encontremos todos juntos con Dios”
(PedrodeAgulo)
En su interior llevaba tatuado el nombre de la Gomera a la que quiso y llevó siempre en su corazón de Pastor de almas..Que el Señor lo acoja en su Casa solariega del Cielo.D.E.P.
ResponderEliminar