La Carta de la Semana (31/5/2018): "LA LÓGICA DE LA IMPREVISIBILIDAD"

Todo bajo control. El principio de "control" que la psicología científica indica que es una de las necesidades vitales del ser humano. La importante sensación de tenerlo todo previsto. Nos incomoda lo imprevisible. Además, es consecuencia de nuestra mentalidad borracha de cientifismo que marca los cambios con la regla empírica de las causas y los efectos. Si te tomas este medicamento, se produce este efecto; si inviertes en tal cosa, los rendimientos son de este modo.

Pero resulta que lo imprevisible es un elemento presente entre los factores de toda operación humana. No es tan cierto que "los seres vivos nacen, crecen, se reproducen y mueren" de manera infalible. Surge la inesperada enfermedad, devienen accidentes que nos sorprenden, aparece la infertilidad, se adelanta la muerte..., y lo que esperábamos que ocurriera deja de ocurrir. Y el azar y la suerte se hacen presente de tal modo que dos y dos pueden no siempre ser cuatro.

El entrenador del Liverpool, al finalizar el partido de la final de la Champions disputado con el Real Madrid, que la ha ganado por tercer año consecutivo, decía en la rueda de prensa que un partido como aquel, para ganarlo, hace falta un poco de "suerte", y en el caso de su equipo, no sólo no la tuvieron, sino que incluso sufrieron el revés de la "mala suerte". ¿La suerte como elemento a tener en cuenta entre los datos físicos y técnicos del deporte?

Lo llamemos suerte, azar, o lo consideremos como los elementos imprevisibles de la realidad, siempre asoman la cabeza dejándonos ver que no todo lo tenemos bajo control.

Si esto es así, es importante no sólo incorporarlo a nuestras consideraciones y valoraciones, sino prepararnos para su aparición permanente y para su enredo permanente en nuestra vida. Asumir con serenidad y paz el ritmo imprevisible de nuestro acontecer ordinario. Poner en el asadero toda la carne, pero aceptar que no siempre ni todo está debidamente garantizado. Generar la creatividad inteligente de saber asumir lo provisional con la capacidad de improvisar alcanzando lo posible en lugar de lo previsible.

Aquellos que se atreven a abrir los ojos al espacio trascendente y reconocer que detrás de la realidad hay un pensamiento y una voluntad infinita, un Dios que ama y cuida, afirmamos que lo imprevisible adquiere definición de Providencia. Y esta merece nuestra esperanza y nuestra confianza. Lo mejor que nos ha ocurrido, si somos sinceros, no lo habíamos previsto.

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