La Carta de la Semana (11/05/2018): "LA CULTURA DEL ENCUENTRO"

No es bueno descartar sin otro motivo que ser diferente a los otros. Frente a la cultura del descarte, la cultura del encuentro. Hay que reivindicarla. Con fuerza e insistencia nos lo vienen proponiendo desde hace cuatro años desde el altavoz de la universalidad. Sabemos que es bueno, pero nos cuesta superar las estrechez cultural de nuestra tendencia tribal. Nosotros frente a los otros, los distintos, los diferentes, los otros. Parece que hay un anhelo inconsciente de que los otros sean una réplica de nosotros mismos, una imagen prediseñada que nos haga sentirnos siempre frente a nuestra mismidad. 

Solo es posible en encuentro desde la diferencia, desde la complementariedad. Debe haber una palabra distinta para que haya diálogo. Lo demás es mero monólogo y pensamiento único. Hace falta fondo para que se veas las figuras. Hace falta experimentar el frío para agradecer y disfrutar del calentito buen tiempo. Lo distinto no es amenaza, sino oportunidad. Puentes debemos establecer. Puentes, y no muros frente a los otros.

La cultura del encuentro es la base de La Paz. Y esta no es solo la ausencia de guerra, sino una actitud de conquista de la verdad que habita todas las esquinas de la realidad y que solo una mirada conjunta es capaz de percibir. Necesito la mirada de los otros para conocer algo más la verdad que percibo. El encuentro nos hace bien.

La cultura del encuentro es la base de la verdadera justicia. Porque la verdad y el bien precisa conocer al otro, y para ello hace falta escuchar al otro. Cuántos prejuicios en nuestras relaciones mutuas, cuántos supuestos, cuántos juicios adelantados. Sin encuentros no hay posibilidad de conocer lo profundo de la esencia del otro. Y los otros pueden ser rivales, pueden ser competencia, pero no por ellos son enemigos. El encuentro genera el respeto necesario y el marco de educación y reconocimiento de la mutua dignidad.

La mentira, el chisme, el insulto, la descalificación son muros que impiden el encuentro. No vale todo. Hay que saber ganar y hay que saber perder ante los otros. Porque en la victoria y en la derrota, el encuentro es el marco adecuado para la existencia compartida.

Cuántas guerras y divisiones innecesarias.

Juan Pedro Rivero González
@juanpedrorivero

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