La Carta de la Semana (22/6/2018: "A UN MES DE TU NACIMIENTO, ESPERADA RUTH"

Estimada Ruth.

Entre la alegría esperanzada y la incertidumbre, te esperamos. Ya te haces notar en el vientre de tu mamá, porque llevas ocho meses creciendo en su interior y embelleciendo su condición de mujer. Ya estás a punto de llegar. Y tu cercanía genera una esperanza, una ilusión, una alegría. Eres un don y, como tal, generas alegría. Con tu nacimiento el mundo va ser diferente. Te esperamos con alegría.

Pero detrás de tu llegada surge la inevitable incertidumbre. Surgen preguntas sobre tu futuro, sobre cómo será tu historia y tu biografía, qué realidad vas a enfrentar. No lo sabemos. Deseamos lo mejor, pero sabemos que no solo el deseo de lo bueno va a garantizártelo. La inevitable incertidumbre...

De lo que sí estamos convencidos es de que te esperan tus padres. Naces en el seno de un matrimonio que se ama. Un amor que te ha generado desde el milagro increíble de una generación biológica. Te esperan tu familia, para la que eres su despliegue y desarrollo del futuro. Luego llegarán tus decisiones libres y personales, pero mientras llegan, ellos te darán lo mejor que tienen y cuanto puedan para que adquieras aquellas virtudes que te hagan ser verdadera y plenamente libre. 

Eres dichosa porque encierras una ilusión de futuro que siempre nos sorprenderá. No eres el efecto inevitable de una locura inconsciente. No eres el mero efecto del principio de conservación de la especie. Eres algo más grande. Eres una persona humana desde hace ocho meses y, como tal, un despliegue de posibilidades que saltan hasta la eternidad. Esperarte nos ofrece la ocasión de valorar toda vida humana, desde el mismo instante de su concepción hasta su fin natural. Ya gritas alto desde el silencio del seno de tu madre con tu exclusiva presencia.

La semana pasada me enseñó tu madre una foto de tu habitación, con sus colores y tu cuna. Ya tienes cuna. Y en aquella foto se encierra todo un mundo de ilusiones de padres, abuelos y familiares. En aquella foto hay más esperanza que incertidumbre. Y la esperanza, cuando se apoya en la fuerza de Dios, nunca defrauda. Llegas con el pan de esa esperanza debajo de tu brazo. 

Estaremos atentos a tu llegada. 

Juan Pedro Rivero González
@juanpedrorivero

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