La Carta de la Semana (25/05/2018): "UN CHALET PARA UN PROYECTO DE FAMILIA"

Estos días hemos estado envueltos en declaraciones múltiples con ocasión de que un dirigente político acaba de comprarse, con el apoyo financiero de una entidad que le ha facilitado una hipoteca, un chalet en las afueras de Madrid. En sí mismo no considero un delito adquirir una casa, por grande que esta sea. Pero lo que más me ha llamado la atención en la justificación de la pareja es la afirmación de que se trata de iniciar un "proyecto familiar". Se han comprado una casa para iniciar un proyecto familiar.
Eso me ha parecido lo mejor. Aunque no suene en la explicación propuesta el concepto de matrimonio, quieren iniciar una familia. Es maravilloso descubrir que el amor de pareja no se autocomplace definitivamente si no adquiere la apertura a nuevas generaciones, a los hijos, que hace de una relación interpersonal un proyecto de familia. ¡Qué buena noticia! Unos dirigentes políticos, en plenitud de vida y con edad madura, han descubierto que su corazón anhela ser generadores de familia.
Lo digan explícitamente o no lo digan, su esfuerzo por convertir su vida individual y su amor mutuo en familia es un grito social en pros de esa realidad cuya identidad es ser célula de la vida y convivencia social. Un grito que clama por la superación del individualismo estéril en favor de la creación de bases sostenibles del bien comun. Por ello, independientemente de los metros cuadrados de su futuro hogar, mi cordial felicitación por desear iniciar un proyecto de familia entre ambos. Bienvenida esta nueva familia.
Promover y proteger la familia es la principal tarea de la autoridad pública. Si algo debemos tener claro todos los ciudadanos votantes para las próximas elecciones es el lugar de la familia en los proyectos electorales de los partidos políticos. Dime cuáles son tus políticas de familia y te diré qué tipo de partido político eres... Estemos atentos, porque detrás de toda idea política, detrás de todo proyecto social, hay siempre un proyecto de familia. Y la salud de las familias es la salud de la sociedad.
El derecho al trabajo digno, el derecho a una vivienda, y así todos los derechos habidos y por haber, declarados por los organismos internacionales, no sólo tienen detrás a la persona individual, sino a la persona capaz de ser  agente de creación de familia. La familia no es solo una estructura intermedia de la sociedad, sino que es la realización plena de la dimensión antropológica de la persona humana. 
A la postre, siempre queda a nuestro lado la familia. Debe ser que estamos pensados a imagen y semejanza de quién es familia en esencia.

Juan Pedro Rivero González
@juanpedrorivero


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