La Carta de la Semana (5/1/2018): "EL REY HERODES"

¡Van a llegar los Magos de Oriente a adorar al Niño!

Le traen regalos, detalles que quieren expresar su cariño y adoración: oro, incienso y mirra. Porque aquel bebé, que encontraron envuelto en pañales y acostado en un pesebre era Dios (incienso), era rey (oro), murió y fue sepultado para nuestra salvación (mirra).

Pero estos Magos, aprovechando su viaje, empujados por el afecto de padres y amigos, también nos traen a nosotros regalos. Unas veces aquellas cosas que necesitamos, otras detalles inesperados..., pero siempre nos alegra su llegada. ¡Qué bueno que llegan los Magos!

Sobre este hermoso día se alarga la sombra obscura del rey Herodes. Es la vida real... No hay figura sin sombra, no hay hay día sin noche. Es la pura realidad. Siempre aparece la maldad revestida de inocencia queriendo engañar, mentir, aprovecharse de la bondad de los demás. Es una lástima, pero es la pura realidad. Tanto ayer como hoy Herodes merodea buscando al niño, pero no para regalarle, sino para acabar con su inocencia y con su vida. ¡Cuidémonos de los Herodes!

La historia es maestra. Y se repiten, siempre de manera renovada, aquellos avatares desgraciados en los que quien tiene la sartén por el mango manipula a los demás en provecho propio. La mentira es utilizada como arma para provecho de quién la usa y desgracia de quién la sufre. La manipulación se asoma a la azotea de la historia dejando ver su sonrisa de apariencia y escondiendo sus feas pezuñas. Herodes vuelve a hacerse presente. Qué desgracia...

Pero hay una esperanza merodeando el escenario. La ternura de Belén termina venciendo. Hay una fuerza inquebrantable en la debilidad de un bebé. Y el muerto resucitó, y El Niño terminó venciendo al astuto rey. El realismo se transformó en optimismo. Eso solo lo logra hacer la esperanza.

Del corazón de cada cual, si lo estima oportuno claro está, convendría eliminar la presencia sospechosa de Herdodes, de ese que todos llevamos dentro, e incorporar la ternura regalada de los Magos, de esos que también llevamos dentro. Es una propuesta de regalo humanitario que le hará bien la la comunidad, a la sociedad en la que habitamos.

Porque el mejor regalo es la vida noble y responsable de cada uno de nosotros. Seamos Magos los unos para los otros, incluso seamos Magos para el mismo Herodes.

¡Qué suerte! La historia continuó después de la muerte de Herodes.

Comentarios

  1. Excelente y pedagógico articulo (a mi me ha hecho pensar). Que Dios lo guarde don Juan Pedro. Un abrazo. ¡Ah! ¡Que lo "Reyes" le cumplan sus ilusiones!

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