La Carta de la Semana (1/12/2017): "LA EDUCACIÓN AFECTIVO SEXUAL"

Todos los seres vivos, menos los seres humanos, organizan la vida desde la carta de funcionamiento interna de sus instintos. Es como si dijéramos que, de alguna forma, nacen aprendidos. Todo lo tienen marcado por los instintos. El ser humano nace, en este sentido, con un déficit instintivo que es, por otro lado, nuestra mejor especificidad. La inteligencia y la libertad nos ofrece otros caminos de autoorganización. 

La semana pasada hemos tenido la suerte de contar con la extraordinaria aportación de la ULL en un curso de educacion afectivo sexual en el marco de la Semana de Teología que promovía el Instituto de Teología. Porque somos humanos, y precisamente por ello, necesitamos educación en todos los ámbitos vitales. Porque nuestra debilidad instintiva lo precisa. 

En la presentación de las jornadas, los responsables de las mismas citaban unas palabras del Papa que diagnosticaban la situación de la cultura actual en estos términos: "En muchos se percibe actualmente una actitud de analfabetizacion afectiva". Expresión dura calificar a alguien de analfabeto afectivo. Porque no hemos aprendido a amar. Porque no sabemos amar. Porque se nos ha educado en casi todo, y no nos han ofrecido caminos educativos en el corazón de lo humano, que es amar y ser amado. 

Creo que el mayor problema no es no saber; lo más grave es creer que se sabe. Porque cuando uno no sabe, despierta el deseo de aprender. Pero cuando se cree saber, de ordinario, se desprecia cualquier criterio que venga de fuera. 

Saber gozar, creo que sí no los muestran los pocos instintos que nos quedan. Pero ser felices, habitar el gozo de lo humano, nos exige el deseo de aprender. 

¡Bueno es que se ofrezcan caminos educativos en el ámbito de lo afectivo y de lo sexual!

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