La Carta de la Semana (20/10/2017): "LOS VALIENTES MISIONEROS"


Hace falta valentía para ser misionero. Para serlo aquí y, por supuesto, para serlo allá, en cualquier rincón de este mundo en el que el Evangelio debe hacerse presente. Donde alguien esté herido y necesitado, allá habrá un misionero que entregue junto con el bálsamo del acompañamiento y la libertad, la gracia de la reconciliación y las garantías de la salvación. Muy valientes, esos hombre y mujeres que convierten su amistad con Cristo en fuente de entrega a todos los seres humanos. Cuando se acaben los cooperadores y los voluntarios, siempre quedará un misionero.

Este próximo domingo estamos invitados a colaborar con ellos. Una forma sencilla de alimentar esa valentía. Una forma de ser retaguardia de su entrega. Una sencilla forma de ser misioneros sin su valentía, pero sí con la solidaridad que nos da el ser también amigos de Cristo. Su testimonio de valentía generosa es tan necesario entre nosotros, cívicamente satisfechos y herrumbrados muchas veces por la esclerótica comodidad de una fe envejecida. El DOMUND es una ocasión para que espabilemos.

Son las "periferias" de las que tanto nos habla el Papa Francisco. Lo que está más allá de nuestra zona de confort. Esas zonas están por todas partes. Tal vez nuestros ojos se cierran somnolientos de satisfacción. Pero están por todas partes. Donde clama de dolor y tristeza un ser humano, donde habite el sinsentido, donde haya una herida, allí hay una periferia. Y salir, dejar, marchar, acudir, sostener, ayudar, liberar, acompañar..., exige cierto grado de valentía.

Un compañeros me decía estos días que fuera valiente y hablara de los misioneros en una de las cartas semanales de este mes. Pero, ¿quieren que les diga la verdad? Poca valentía hace falta para hablar del DOMUND. Para lo que hace falta valentía es para convertirnos al DOMUND, para sentir que en las periferias existenciales de la humanidad está nuestro hogar y que hemos de convertir nuestra sociedad humana en el banquete de bodas del Cordero. Lo demás se escribe fácil...

Si de valentía se trata, miremos a los misioneros.

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