La Carta de la Semana (26/10/2016): "DON QUIJOTE Y MADAM BOVARY"


La Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Tenerife inauguró el curso 2016/2017 el pasado viernes 21 de octubre con una extraordinaria conferencia del Catedrático de Filología Francesa Dr. D. Antonio Álvarez de la Rosa sobre estos dos personajes de la literatura de ficción, fruto de la pluma de Cervantes y de Gustave Flaubert. Vivir la ficción, y reconocernos en el espacio de los deseos que nos provoca entender la misma realidad en la que habitamos. El personaje de ficción es un icono de nuestro mundo interior en el que sin mucho esfuerzo nos leemos a nosotros mismos y nos ofrecemos respuestas a interrogantes, anhelos, expectativas y frustraciones. Imaginar es la escuela en la creatividad humaniza el pensamiento provocando nuestra libertad.

Al terminar la conferencia y regresar a casa recordaba las espontáneas palabras del Papa Francisco a los jóvenes de la Habana en su último encuentro: “Atrévanse a soñar…”. No duden que es posible secarnos al sol del realismo frío. No pongan en duda que el sueño y la ilusión nos estiran. Nos lo recordaba no hace muchos años Benedicto XVI haciéndose eco de las palabras de Dostoievski: "La humanidad puede vivir (…) sin la ciencia, puede vivir sin pan, pero nunca podría vivir sin la belleza, porque ya no habría motivo para estar en el mundo. Todo el secreto está aquí, toda la historia está aquí".

No es posible vivir sin la belleza, sin sueños, sin esa extraordinaria apelación de nuestro interior que nos empuja al deseo. Tal vez venga rápido y espontáneamente a nuestra memoria aquellas palabras tan escuchadas y con una profunda verdad antropológica: “No sólo de pan vive el hombre” (Mt 4, 4). No se nos sacia con la garantía de las necesidades vitales. Ese mínimo social y material –imprescindible por otra parte- se alza inquieto hacia el mundo cultural y espiritual con la espontánea actitud de ponernos de puntillas alzando los brazos por encima de lo cotidiano.

Los sueños son la forma de la esperanza. Quien sueño espera. Quien nos espera ha frustrado toda su capacidad de desear. Y sólo el deseo nos despierta. No tengamos miedo a soñar…

Calderón de la Barca, en el monólogo de Segismundo al final del primer acto, puede ser el grito de una vida frustrada. Pero puede ser también la evidencia de un deseo inevitable: “¿Qué es la vida? Un frenesí. /¿Qué es la vida? Una ilusión, / una sombra, una ficción, / y el mayor bien es pequeño: / que toda la vida es sueño, / y los sueños, sueños son.”

Atrevámonos a soñar…

Comentarios

  1. ¡Muy buena carta, D.Juan Pedro! ¿Qué sería de mí, sin esperanza ni mis sueño? Que Dios le guarde, un abrazo.

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