La Carta de la Semana (21/08/2014): “MALOS TIEMPOS”

Hay personas con mirada crítica, con capacidad crítica para el análisis que contribuyen a la objetividad de los diagnósticos. Saber pensar, pensar bien y, sobre todo, hacerlo de manera crítica es uno de los objetivos educativos de todos los tiempos. Y todos nos damos cuentas cuándo estamos o no ante una persona que posee un fino espíritu crítico, una capacidad para hacer salir afuera las múltiples dimensiones de la realidad y aportar un juicio razonable, equilibrado, desideologizado… Y agradecemos encontrarnos con una persona así.

Pero de esta realidad tan excelente tiene poco aquél que sólo puede ser calificado como criticón. Crítico sí, criticón no. El criticón es la manifestación más clara de la falta de espíritu crítico. Para el criticón todo está mal; mal hecho, mal pensado, mal ejecutado… mal, en fin. No aporta propuestas de mejora. Se consolida en esa atalaya pseudo-intelectual en la que pretende habitar ofreciendo a diestra y siniestra su juicio de la realidad. El criticón es un pesimista que tiene la incapacidad para descubrir nada salvable en la realidad que enjuicia.

La astucia de la serpiente subrayada por Jesús en el evangelio vendría a ser algo así como el espíritu crítico y la sagacidad en el juicio, creativo, constructivo, perspicaz…Pero la ceguera del que posee una biga en su ojo, la actitud del criticón. Cuánto bien hacen a la vida social y a la cultura, al pensamiento y a las artes, hombres y mujeres con sano espíritu crítico. Qué mal hacen en su entorno, donde quiera que estén hombres y mujeres criticones.

A la postre la diferencia está en la capacidad para tener una mirada abierta y una mente en su línea. Descubrir que la realidad no es nunca nítida; que la mezcla, la sume, la conjunción de circunstancias… suelen ser las clave de la realidad. Que nadie es tan malo que no merezca una felicitación, ni tan bueno que no merezca una crítica. A esto se suele denominar ecuanimidad que, junto al espíritu crítico, dobla su valor.

Malos tiempos para descubrir algo bueno en este tiempo… Falta espíritu crítico.

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